La Nacionalidad Shuar es un pueblo originario al que ni el Imperio inca ni el español lograron ingresar a su territorio. En 1490 rechazaron a los incas y en 1549 hicieron fracasar las primeras incursiones españolas. En 1599 los Shuar dirigidos por Kirup expulsaron definitivamente de su territorio a los españoles.
Shuar significa gente, los miembros de la Nacionalidad adoptan distintas auto denominaciones, que no significan diferencias culturales, sino que hacen referencia a la ubicación geográfica: Los Muraya Shuar (gente de la montaña); los Untsuri Shuar (gente numerosa); los Pakanmaya Shuar que viven en la zona del Transkutukú.
El idioma con la que se comunican es el Shuar Chicham. Lengua de la Nacionalidad que se localiza mayoritariamente en las provincias de Morona Santiago, Zamora Chinchipe, Pastaza, Sucumbíos y Orellana en el territorio ecuatoriano.
Los Shuar o untsuri shuar, pueblo amazónico que por sus características guerreras a través de la literatura sensacionalista del mundo occidental son conocidos como reductores de cabezas humanas o tzantza. Su territorio no está bien delimitado, su territorio se extiende por las estribaciones de la cordillera hacia el oeste hasta las cuencas del río Pastaza, Napo, Upano, Zamora y parte de los tributarios del Morona de los cuales se encuentran en Ecuador. También hay grandes concentraciones del pueblo Shuar en territorio peruano, al norte de los departamentos amazónicos.
Organización Social
La estructura familiar de la Nacionalidad Shuar, Alba Moya en su texto Etnos(1997) menciona: Los shuar es sociedad clánica, sus miembros están unidos por lazos de consanguinidad, sin embargo como la “comunidad” no es una aldea sino un conjunto de casas dispersas en la selva sin linderos definidos, la familia constituye la unidad económica, social y política.
Los permanentes enfrentamientos no solo se dan entre los clanes enemigos, sino aún entre los parientes próximos. Las disputas entre los hombres por las mujeres, devienen en peleas aún entre hermanos. El rapto de las mujeres es una de las razones por las que los Shuar buscan lugares de asentamiento distantes a su lugar de origen a fin de no ser encontrados por los parientes de ellas.
Los Shuar en tiempos no lejanos practicaban la poligamia, es decir que un hombre podía casarse con dos o más mujeres. Lo más común es que tenían dos esposas y raro que tengan una sola, pero más aún que tengan tres; costumbre que en la actualidad ha ido mermando paulatinamente por la influencia del mundo occidental. La poligamia es una práctica que obedecía a varias razones. En primer lugar, entre los Shuar existía un permanente déficit de hombre debido a la gran mortandad por motivo de la guerra, esto hacía que la relación entre sexos sea de dos mujeres por un hombre; en segundo lugar, a que la productividad de una familia dependía del número de esposas que tenía el hombre, puesto que las mujeres son las responsables de la huerta familiar. En la práctica de la poligamia se prefería la sororal (un hombre se casa con las hermanas de su esposa). Esto parece explicarse primero, porque cuando las coesposas son hermanas se llevan mejor que si son extrañas, actúan como parte de una misma empresa; segundo porque el suegro, una vez que ha hecho una buena elección del hombre que será su yerno, era mejor confiarle al mismo sus otras hijas.
La organización Shuar cuenta con una estructura organizativa sólida que les permite sobrellevar iniciativas y proyectos sociales, políticos, económicos y culturales para el beneficio colectivo como objetivo común.
Nacionalidad Shuar del Ecuador (NASHE), anteriormente denominada FIPSE (Federación Independiente del Pueblo Shuar del Ecuador) es la organización que representativa, creada en 1963, se articula alrededor de los centros Shuar protestantes de Makuma (zona del transkutukú) con un total de 69 centros y 11 asociaciones.
En 1935 se establecieron relaciones comerciales pacíficas a través de jesuitas católicos y el Gobierno ecuatoriano, producto de esta relación se creó la reserva shuar. Los misioneros comenzaron a educar a la comunidad en el cristianismo y la agricultura, desalentando la tradición de la "Tzantza" y la guerra.
Cosmovisión Shuar
La vestimenta tradicional de la mujer shuar es un vestido o karachi. La vestimenta del hombre consta de una falda o itip, prenda de líneas verticales de colores morado, rojo, negro y blanco, tinturados con vegetales, con la que se envuelven de la cintura hasta el tobillo y va sostenida con una faja. Antes, vestían con el Kamush, una prenda confeccionado con corteza de árbol machacada.
Su arreglo corporal y pinturas faciales con diseños geométricos zoomorfos hace referencia a un milenario sistema de documentación de su sabiduría, se complementa con gran variedad de coronas de plumas de tucanes y otras aves. Para la celebración de la Tzantza se pintan su cuerpo con diseños que representan a figuras sagradas.
En la actualidad es muy común el uso de prendas de modelo occidental tanto de hombres y mujeres, solo en algunas ocasiones festivas se ponen su vestimenta tradicional Shuar.
Curiosamente, los hombres se encargan de tejer la ropa y de la caza, mientras que las mujeres se encargan de los jardines y los campos.
La mitología Shuar está vinculada a la naturaleza y a las leyes del Universo, y se manifiesta en una amplia gama de seres superiores relacionados con fenómenos tales como la creación del mundo, la vida, la muerte, y las enfermedades. Los principales son Etsa que personifica el bien en lucha contra el mal Iwia, que siempre están en continua lucha para vencer el uno sobre el otro; Shakaim de la fuerza y habilidad para el trabajo masculino; Tsunki, ser primordial del agua, trae la salud; Nunkui causa la fertilidad de la chakra y de la mujer. Ayumpum ser sobrenatural que transporta los cuerpos de los shuar que murieron de una manera heroica y gloriosa, al mundo celestial.
En el cultivo de la huerta, daban el poder del crecimiento de las plantas a Nunkui, quien además se encargaba de enseñar a la mujer Shuar a sembrar. Pero se necesita concretar el poder de Nunkui a través de ritos, trayendo al presente las fuerzas creadoras, para que la chakra rinda sus frutos. Creen en la selva llena de espíritus habitando en las cascadas o en las orillas de los ríos.
El gran mundo espiritual de los shuar es repetitivo. No creen en que el ser humano tenga un final. Creen que luego de nacer y cumplir su vida, no llegan a un estado permanente con la muerte sino que su espíritu, Arútam, es recibido por otro ser humano que puede ser su hijo o su nieto, quien cumple nuevamente otro ciclo vital, así en forma indefinida.
El Arútam es considerado como un espíritu clave para los varones, porque creen les da más potencia y fuerza. Piensan que quien posee un Arútam, no puede morir sino de enfermedades contagiosas. Los niños comienzan a buscar este espíritu en la selva desde los seis años de edad. En la cultura de la selva, los elementos de la Naturaleza guían la vida de sus habitantes.
La palma de chonta, su fruto maduro, representa el mito del Uwi. Este señala la estación de la abundancia en la selva. En la cosecha de sus frutos se celebran rituales con ruegos a Uwi. Piden que fermente la chicha de chonta, dé fertilidad a los animales, a las plantas y vitalidad al hombre. El Chamán, llamado Uwishin, es una especie de sacerdote mediador con el mundo sobrenatural y a la vez es un líder político. La secuencia del día y la noche en la mitología de los shuar la relacionan con la victoria.
La Tzantza o cabeza reducida.
La reducción de cabezas es una tradición ancestral Shuar y tiene gran simbolismo. Cuando se enfrentan dos tribus Shuar por territorio o por otros motivos, el jefe vencedor toma la cabeza del jefe perdedor y procede a la reducción de su cabeza. El jefe Shuar se encarga de hacer la tzantza totalmente solo, en profunda meditación y ayuno. Los miembros de la tribu vencida pasan a ser parte de la tribu vencedora, sin que haya repudio o discriminación.
Para la reducción de la cabeza, los Shuar primero cortan la cabeza de su adversario. Luego, con un cuchillo, hacen un corte desde la nuca al cuello, tiran de la piel y la desprenden del cráneo, desechando el cerebro, ojos y demás partes blandas, además de los huesos.
El siguiente paso es meter la piel en agua hirviendo, a la que le añaden jugo de liana y otras hojas, lo cual evita el desprendimiento del cabello. Mantienen la cabeza sumergida durante unos quince minutos, ya que si lo hicieran más tiempo la cabeza podría ablandarse demasiado y posiblemente pudrirse.
A continuación, retiran la cabeza del agua; en ese momento está reducida a la mitad del tamaño original, y dejan que se seque. Una vez seca, raspan la piel por dentro para quitar restos de carne, y evitar el mal olor y la putrefacción; finalmente la frotan por dentro y por fuera con aceite de Charapa.
Se cose el corte realizado en la nuca. También cosen los ojos y la boca, quedando la cabeza como una bolsa, a la que introducen una piedra del tamaño de un puño o el volumen equivalente en arena caliente.
Finalmente, la cuelgan sobre el fuego para secarla poco a poco con el humo, a la vez que van dando forma al cuero con una piedra caliente. En este proceso la cabeza termina de reducirse. Después, retiran la piedra o la arena y tiñen la piel de negro. Tras el proceso, la cabeza reducida termina teniendo el tamaño aproximado de un puño, es decir la tercera o cuarta parte de su tamaño original.
La práctica de este ritual fue prohibida hace 50 años y los shuar ahora luchan por borrar la fama de guerreros o jivaros, palabra que lo consideran peyorativa para su pueblo.
Economía
Se dedican a la agricultura, pesca, caza. La agricultura es de tipo extensiva, de ella extraen: maíz, yuca, plátano, poroto, papachina, camote, papaya y maní; la pesca y la caza actualmente esta venida a menos, por la utilización inadecuada de instrumentos para estas actividades, porque se ha remplazado las flechas, cerbatana por dinamita y escopeta, instrumentos modernos que ahuyentan a los animales. El cuidado de la parcela y también la recolección, la preparación de la chicha y la cocina le corresponden a la mujer; la caza y la pesca al hombre.
En la actualidad la mayoría del territorio tradicional de caza está siendo sustituido por pastizales para ganadería, lo que ha traído como consecuencia el agotamiento progresivo del suelo y una menor disponibilidad de tierras. Esto ha ocasionado la implantación de un patrón de asentamiento sedentario, el mismo que está produciendo cambios en su sistema socioeconómico.
El continuo trabajo por el rescate cultural del pueblo Shuar se ha enfocado en los siguientes temas:
- Medicina: Utilizan la medicina natural, son defensores y conocedores de las bondades curativas de las plantas que existen en sus territorios, este conocimiento lo tiene todo el pueblo, se lo trasmite de generación a generación, ya sea de manera oral o cuando los jóvenes miran aplicar este conocimiento en la vida cotidiana de su nacionalidad.
- Alimentación: Esta nacionalidad goza, en gran parte de su vida de la chicha de yuca, chonta y guineo, mismos que son complementados con carne de yamala, guatusa, yuca, plátano, camote, papachina, aves silvestres; el ayampaco, que contiene la tilapia que es el pescado favorito de su alimentación.
- Actividades lúdicas; Muchas estructuras familiares de esta nacionalidad se recrean pescando y caminando en la selva o en el huerto, momentos en los cuales los niños, aprovechan para demostrar sus destrezas nadando o demostrando su creatividad, elaborando bolsas caseras, también juegan balanceándose en los bejucos que existen en los árboles y a la habilidad con la lanza.
- Arte: Esta nacionalidad tiene sus propios bailes, sus cantos e instrumentos musicales, (Tampur) tambor, (Pinkui) flauta, (Shacap) cascabel y (Nampet) música.
Vocabulario Shuar y su significado en Español
Fuente:
- Josep Maria Fericgla (1994). Los jíbaros, cazadores de sueños. Diario de un antropólogo entre los shuar y experimentos con la ayahuasca. Barcelona: Integral. ISBN 9978-04-207-5. Archivado desde el original el 28 de diciembre de 2013. Consultado el 16 de mayo de 2013.
- Harner, Michael 1972: Shuar, pueblo de las cascadas sagradas. Abya Yala [3ª ed. en castellano]. Quito. 1994
- Juank, Aij 1984: Pueblo de fuertes: rasgos de historia Shuar. Abya Yala. Quito.
- Munzel, Mark 1981: El pueblo Shuar, de la leyenda al drama. Abya Yala. Quito.
- Ochoa, Carmen y Luz María Sierra 1976: Una comunidad Shuar en proceso de cambio. Abya-Yala. Quito.
- Sepúlveda, Luis 1989: Un viejo que leía novelas de amor. Tusquets Editores. Barcelona. 1993
- Davis, Wade: El río: exploraciones y descubrimientos en la selva amazónica. FdCE, Bogotá, 2009-2010
- Wikipedia, www.wikipedia.org, Brainly, Efemérides, Monografías, BuenasTareas.
- Imágenes de referencia bajado de la web